jueves, 27 de junio de 2013

Comentario

Jorge Munguía Espitia 7 de mayo de 2012 Libros MÉXICO, D.F. (Proceso).- El Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2012 se concedió a Jeremías Marquines por Acapulco Golden (Ed. Era-INBA-Instituto Cultural de Aguascalientes; México, 2012, 80 p.). El tema es la visita que Malcolm Lowry hizo al puerto de Acapulco en 1936, los contactos que estableció y el impacto en su sensibilidad. Para abordarlo, Marquines recurre a la intoxicada reflexión del inglés, el diario de su visita y otras voces alteradas que hablan de la estancia. Las variadas perspectivas permiten mostrar cómo el dolor, la soledad, la frustración, el desencanto… llevaron a Lowry al exceso, para superar la mediocridad del entorno y acceder a una existencia intensa. El resultado obtenido por Marquina es destacado, al combinar el poema con la narración poética, que permite captar la intensidad psíquica de Lowry y la sordidez del medio.

Acapulco golden

Yo me llamo Malcolm. Es la primera vez que escucho mi nombre como si alguien me llamara. Tal vez voy a morir pronto. Tengo manos inservibles, nunca han servido para matar, aunque lo he deseado. Aún soy un crío que monta la cadera de mi madre lleno de terror. Me inclino sobre el agua con una vela encendida. Interrogo a mi padre que baila en el fulgor de las piras. Sus mejillas son muy suaves, su voz es esa playa donde me quedé esperándolo. Yo soy Malcolm, le digo. Tengo la cabeza envuelta en trapos, la sensación de que nadie me mira. Soy tu saliva con polvo negro, la caricia de tus dedos. Busco encima del humo mundos olvidados. Vestigios de una chispa que brilló por instantes. Yo soy Malcolm, he aprendido a moverme como un salvaje dentro de mis vísceras. Soy esa planta trepadora que agrieta las ruinas, el momento de ilusión delante de las puertas. Miro la vida en el blanco de tus ojos como un cajón de juegos indefensos. Allá están las tachaduras en la pared, las calaveritas de dulce que me recuerdan la conciencia. La ropa que medita en los tendederos, las piedras que lastiman los pies. Ven conmigo, baja aquí conmigo. No hagas ruido, las mujeres de la casa duermen. El mundo esquiva nuestros pasos. Ven, cruza los horarios de la puerta. Yo soy Malcolm, ¿tú, quién eres?